La foto fija, término que se utiliza para diferenciar a la fotografía tradicional de la cinematografía, cuando ambas conviven en una misma producción, debe ser ágil y versátil para poder aprovechar los momentos que le brinda una realidad diferente, que es el plan de una filmación. Ya sea en paralelo a la película, o en set propio, debe poder adaptarse rápidamente a unas condiciones de trabajo complejas, diseñadas para otro producto final (el audiovisual), y a al mismo tiempo responder a los estándares técnicos/estéticos de la fotografía publicitaria y editorial.